El fraude financiero es un acto ilegal que implica el uso de engaños, mentiras o trampas para obtener ganancias financieras ilegales o para evitar pérdidas financieras. El fraude financiero puede involucrar a individuos, empresas, organizaciones, gobiernos y cualquier otra entidad que maneje fondos o recursos financieros.
El fraude financiero puede tomar muchas formas, desde falsificar documentos y manipular registros contables hasta sobornar a funcionarios para obtener información privilegiada o acceder a recursos financieros. Las víctimas del fraude financiero pueden ser individuos, empresas, inversionistas o incluso el público en general.
El fraude financiero puede tener consecuencias graves y duraderas, incluyendo pérdidas financieras significativas, daños a la reputación, sanciones legales y en algunos casos incluso penas de prisión. Las medidas para prevenir y detectar el fraude financiero incluyen la implementación de políticas y procedimientos de seguridad, la supervisión y auditoría regulares, y la capacitación y concientización de los empleados sobre las prácticas éticas y las señales de alerta del fraude.