fraude de inversión es un tipo de fraude financiero en el que los estafadores engañan a los inversores para que inviertan en un negocio o proyecto falso o fraudulento. El fraude de inversión es a menudo cometido por individuos o grupos que prometen altas ganancias en un corto período de tiempo con poco o ningún riesgo.
Los esquemas de fraude de inversión pueden tomar muchas formas, como la venta de acciones sin valor en una empresa falsa o inexistente, la promoción de planes de inversión falsos con altos rendimientos garantizados, o la venta de bienes raíces o productos que no existen o que tienen poco o ningún valor.
A menudo, los estafadores utilizan tácticas de marketing agresivas y sofisticadas para engañar a los inversores, como proporcionar información falsa o engañosa, hacer falsas promesas y presentar documentos falsificados para respaldar sus afirmaciones.
El fraude de inversión puede tener graves consecuencias para los inversores, quienes pueden perder sus inversiones y su capital, y pueden ser víctimas de robo de identidad u otros delitos financieros. Además, el fraude de inversión también puede tener un efecto negativo en la economía en general, ya que los inversores pierden la confianza en los mercados financieros y pueden evitar hacer nuevas inversiones.