El fraude de inversión es una estafa en la que un individuo o entidad engaña a los inversores para que inviertan su dinero en una empresa, proyecto o producto que no existe o que no tiene la capacidad de generar ganancias. Los perpetradores del fraude de inversión pueden utilizar tácticas engañosas, como promesas de altos rendimientos en un corto período de tiempo, garantías de inversiones sin riesgo o testimonios falsos de supuestos inversores exitosos.
El fraude de inversión generalmente se refiere a una amplia gama de prácticas engañosas que los estafadores utilizan para inducir a las personas a tomar decisiones de inversión fraudulenta. Estas prácticas pueden incluir información falsa o engañosa u oportunidades ficticias.
El fraude de inversión puede adoptar muchas formas, desde esquemas Ponzi hasta ofertas públicas iniciales (IPO) fraudulentas, ventas de valores sin licencia, venta de productos financieros falsos o engañosos, entre otros. A menudo, los perpetradores del fraude de inversión se dirigen a inversores individuales que buscan oportunidades de inversión de alto rendimiento y que pueden ser susceptibles a promesas demasiado buenas para ser verdad.
En última instancia, el fraude de inversión puede resultar en la pérdida total o parcial de los ahorros de los inversores, y en algunos casos puede tener implicaciones legales para los perpetradores. Es importante que los inversores sean conscientes de los riesgos asociados con cualquier inversión y que realicen una investigación exhaustiva antes de tomar cualquier decisión de inversión.
El fraude de inversión puede implicar acciones, bonos, notas, materias primas, divisas o incluso bienes raíces, las estafas pueden tomar muchas formas. Por lo general, el perfil de las victimas es en su mayoría hombres con estudios universitarios y auto-suficientes a la hora de tomar decisiones. En su gran mayoría, las víctimas, tienen ingresos por encima de la media, y muchos inversores mayores (de 55 a 65 años) mostraron la voluntad de participar en conductas de riesgo financiero. Algunos de los comportamientos incluían no verificar el estado de registro de los profesionales o productos de inversión, estar abierto a nueva información de inversión y asistir a seminarios de inversión de comidas libres, y confiar en consejos de inversión de personas que conocían.